Dos Rombos: Sexo y Embarazo

El estereotipo de mujer embarazada triste, abandonada, con los tobillos hinchados, náuseas y siempre de mal humor debería ser considerado la excepción que confirma la regla. Por lo general, las mujeres embarazadas son optimistas, con buen humor y fuertes, incluso sexualmente hablando.

Durante los nueve meses de embarazo, cada mujer experimenta momentos de fatiga, pérdida de la libido, ganas de estar sola… No obstante, durante un embarazo normal (la gran mayoría de los casos), por lo general, el deseo de hacer el amor se intensifica ya que aumenta la producción de estrógenos, las hormonas de la ternura, por lo que la futura madre se vuelve más sensible física  y emotivamente hablando.

Lo único que tenemos qué hacer es superar este último tabú, porque ser sexy durante el embarazo no está prohibido.

¿Y los hombres? ¿Se deben implicar en este deseo de sus parejas por mantenerse bellas y sexualmente activas durante el embarazo? Navegando en la red, asistiendo a cursos de preparto, charlando con las amigas… se descubre que a menudo los hombres son más reticentes y temerosos que sus parejas: «Tengo miedo de lastimar al bebé durante la penetración», «Me siento observado», «En estos momentos sólo la veo como madre», son un ejemplo de los comentarios a los que hago referencia. Sin embargo, también se aplica a los hombres la sabia idea que la excepción confirma la regla, y son muchos los que ven en su pareja embarazada una bellísima mujer «aún más atractiva con esos kilos de más».

Una comadrona de 32 años, madre de tres hijos y fundadora de una asociación dedicada a la creación de una cultura de serenidad en el embarazo, parto y crianza de los hijos, comenta: «Muchas mujeres, educadas para guardar silencio sobre la sexualidad, durante el embarazo se avergüenzan aún más cuando se trata este tema, ya que sigue estando muy extendido el prejuicio de que el período de gestación no contempla los placeres carnales. A menudo las parejas no tienen el coraje de hablar con el ginecólogo. Así que, en los cursos de preparación al parto, por supuesto, hablo yo. Inicio con la anatomía del cuerpo, para ser exactos del cuello del útero, el cual es percibido como el oráculo del desarrollo de la gestación. Teniendo en cuenta que, durante las visitas, algunos ginecólogos no son demasiado delicados, muchas mujeres tienen pérdidas de sangre. Esto hace que las mujeres piensen que el cuello del útero no se deba ni siquiera rozar, y esto es transmitido también a la pareja, que no toca a su mujer, a pesar del deseo. En su lugar, yo les explico que los sentimientos de afecto y pasión durante el embarazo pueden ser vividos con intensidad: el orgasmo mece al niño en el útero. Cuando las mujeres abandonan su escepticismo inicial y pierden sus inhibiciones, los hombres lanzan un suspiro de alivio».

El consejo más importante es hablar siempre con vuestras parejas. Y no sentirse culpables si se tienen muchas ganas o si, por el contrario, el deseo se ha ido a vivir a la casa de enfrente. Durante el embarazo, todo es normal, al menos hasta que se demuestre lo contrario. Una madre de dos niñas de 6 y 2 años cuenta: «Mi recuerdo es que tener relaciones sexuales con la barriga era algo hermoso y también era importante porque significaba mantener una parte mía, de mi pareja y de nuestra relación fuera de la experiencia procreativa. Era un momento sólo nuestro».

Mantener una buena vida íntima durante el embarazo ayuda a recuperar la vitalidad sexual incluso después del nacimiento.

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